Todos los viernes
(Foto: Alfonso Hernández-Torres, Lamb & Flag
«cuando hace buen tiempo, salen y se posicionan en la fachada del local organizados por círculos que acaban ocupando toda la calle»)
«cuando hace buen tiempo, salen y se posicionan en la fachada del local organizados por círculos que acaban ocupando toda la calle»)
Los pubs ingleses son como entrar en la casa de alguien sin que nadie te reciba. Te dan la bienvenida las miradas perdidas de los que solo beben con una conversación en pie y se distancian de sus receptores con un paso hacia atrás siempre, claro está que no existe contacto humano y los espacios deben ser amplios para este tipo de danzas. Además, cuando hace buen tiempo, salen y se posicionan en la fachada del local, organizados por círculos que acaban ocupando toda la calle. Si el bar se encuentra en una calle que finaliza en Court, Close, Lane, Place o Yard, porque todas estas calles tienen en común que son estrechas, ya puedes temer lo peor, que no puedas caminar. Es posible que tengas que decir innumerables «Sorry» con la mejor de tus sonrisas para que te dejen pasar y alguien te diga «Excusame» porque le has dado con la mochila en su copa.
Es el caso del pub Ye Olde Mitre en 1 Ely Court, Ely Place, doblemente escondido, o Devereux Court que hace homenaje al conde de Essex, Robert Devereux y que tiene un par de pubs The George en un extremo y The Devereux. Entre los dos se encuentra el Instituto Cervantes de Londres. Ambos recomendables para quien les guste este tipo de bares. Al primero he ido en los finales de semestre con mis compañeros o grupos de alumnos que lo encuentran como un espacio para el encuentro social fuera de las reglas impuestas por el estudio y el trabajo. También otro que está oculto es Ye Olde Cheshire Cheese en Wine office Court, reconstruido después del gran incendio de 1666 y conocido por los que fueron sus clientes habituales, los escritores Charles Dickens, G.K. Chesterton y Mark Twain.
Pero realmente si estás por Temple recomiendo otro que no entorpece tanto el paso a los que trabajamos por allí, Daly’s wine bar, tienen una buena carta si quieres comer algo y además salió en una entrevista a Alaska cuando le preguntan por Londres como una de sus ciudades favoritas (minuto 2’10). También muy cerca tenéis The Cheshire Cheese y entre los pubs más curiosos tenemos uno con un autobús dentro, The Old Bank of Engand en Fleet Sreet.
Muchos de los nombres de los pubs suelen aludir a la corona inglesa como The Crown (La corona) o Crown&Ankor en Seven Dials, Queen (reina), King (rey) combinados con otras palabras como Head (cabeza) por ejemplo lo vemos en este popular pub de Islington The Old Head Queens, uno de los primeros que veía desde el autobús de dos plantas que me llevaba a casa o el término Greyhound (galgo) en el pub para huir del mundanal ruido en Dulwich Village The Crown and Greyhound. Estos nombres me han llevado siempre a la reflexión ¿tal vez porque cuando bebes te sientes otro? ¿lo máximo que aspiras es pertenecer a la alta sociedad? ¿los que beben son los cazadores? o ¿los soldados? The Westminster arms, The Hawley Arms en Candem que vio a Amy Whitehose o este otro pub de South Kensington que alude a las armas y que se llama Zetland Arms, el lugar favorito del periodista del diario El País en Londres, durante los años 80 y 90, Enric González y que menciona en su libro Historias de Londres.
Las paredes oscuras de estos lugares suelen estar pintadas en verde o azul decoradas con cuadros de diversa temática relacionada unas veces con deportes como el fútbol, el rugby o la hípica, y otras veces, con la caza en la campiña bucólica inglesa. Por eso ni encuentro muchas veces la relación que tienen los cuadros con el nombre que le han dado al pub, ni tampoco encuentro respuesta al por qué, en ocasiones, estos cuadros tienen una lámpara con una pantalla dorada que parece que iluminan a una obra de arte de un museo o de una casa solariega. El mobiliario suele ser de madera oscura, las mesas normalmente son cuadradas y las sillas están tapizadas en cuero de los tonos que ya replican también las paredes.
La conversación con el camarero no vas más allá de: May I have half pint, please? (¿Media pinta por favor?) Y te preguntará por el tipo (negra o rubia) y la marca. Aunque algunos han avanzado con la lengua inglesa en estos bares porque todo el mundo se vuelve más simpático de repente.
Cada barrio tiene sus pubs y es un lugar de encuentro para los ingleses, tanto entre semana como los fines de semana en los que también nos encontramos con la clásica visita al pub que hacen muchas empresas los viernes después de las 5PM, otro tipo de afternoon tea pero éste opta por ser más alcohólico.
Bloomsbury le dio nombre al círculo de escritores, filósofos y artistas ingleses del primer tercio del siglo XX, entre cuyos miembros más conocidos estaban Virginia Woolf, John Maynard Keynes, E. M. Forster y Lytton Strachey. Conocido como el barrio de los escritores, Karl Marx frecuentaba The Museum Tavern un pub histórico que podéis visitar si venís algún día por la capital británica o muy cerca del Museo de Dickens The Lamb en Lamb’s Conduit Street. Continuamos la bohemia por otros barrios, por ejemplo Sherlock Holmes o White Lion en St James, The Lamb and Flag en Convent Garden, The Dickens inn en Tower Bridge. En Knightbridge, The Cloucester que pertenece a la red de pubs de Greene King, incluso podéis usar esta página web para buscar el pub por código postal. Los más recomendados pertenecen a barrios muy diversos, desde Tooting Bec The Wheatsehaf a Victoria The Albert. En Bermondsey está The Angel es un pub victoriano a la ribera del Támesis. Bear de Stafford en el que los hinchas del Chelsea hacen su parada.
Los viernes de la época prepandémica volvía a casa muy tarde porque tenía horarios nocturnos y podía contemplar aquel espectáculo semanal en los autobuses, personas que se resbalaban en las escaleras que conectaban con el segundo piso y que caían al vacío, tal vez no se acordaban de nada al día siguiente y el único testigo era el dolor que tenían en su cuerpo, todos los que los contemplábamos nos quedábamos en silencio.
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